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Conceptos

Es un contrato entre una aseguradora y un asegurado que protege los bienes materiales contra riesgos específicos, garantizando una compensación económica en caso de pérdida o daño.

Por lo general, cubre los siguientes daños:

  • Incendios: Daños causados por fuego, humo o explosión.
  • Fenómenos atmosféricos: Daños por viento, lluvia, granizo, nieve, entre otros.
  • Robo con fuerza: Protección ante el robo de bienes asegurados con evidencias de fuerza.
  • Rotura de cristales: Daños en cristales, vitrinas o espejos.
  • Otros riesgos: Dependiendo de la póliza, pueden incluirse riesgos adicionales.

Los seguros de daños materiales generalmente no cubren:

  • Deterioro por uso: Desgaste natural de los bienes.
  • Defectos de construcción: Problemas estructurales preexistentes.
  • Daños intencionados: Causados deliberadamente por el asegurado.
  • Pérdidas indirectas: Como la pérdida de beneficios o interrupciones del negocio.
  • Suma asegurada: Es el valor máximo que la aseguradora cubrirá en caso de siniestro.
  • Franquicia: Es la cantidad que el asegurado deberá pagar antes de que el seguro entre en acción.
  • Coberturas adicionales: Posibilidad de incluir protecciones específicas adicionales.
  • Exclusiones: Situaciones que no están cubiertas por la póliza y que deben revisarse con detalle.

Es fundamental documentar los daños con fotografías desde el inicio. Una descripción detallada, junto con facturas, asegura que la indemnización sea adecuada. Por ejemplo, detallar un televisor con su valor y aportar factura puede marcar la diferencia entre recibir 1000€ o apenas 120€.

Daños por agua

  • Fugas y desbordamientos: Roturas en tuberías, desagües, calderas, y similares.
  • Incidencias accidentales: Situaciones como olvidar cerrar un grifo o la rotura de un acuario.
  • Daños a bienes asegurados: Muebles, electrodomésticos y otros objetos afectados por el agua.
  • Gastos de reparación: Costos para arreglar los daños provocados por el agua.
  • Daños intencionados: Fugas o desbordamientos provocados a propósito.
  • Desgaste natural: Tuberías viejas que se rompen por el uso prolongado.
  • Inundaciones por lluvias torrenciales: Generalmente requieren un seguro específico para fenómenos atmosféricos.
  1. Informa a tu aseguradora: Notifica el siniestro lo antes posible.
  2. Toma medidas inmediatas: Cierra la llave de paso y documenta los daños con fotografías.
  3. Consulta las coberturas: Revisa tu póliza para verificar si el siniestro está cubierto.
  • Revisar las tuberías periódicamente: Especialmente en instalaciones antiguas.
  • Atención a filtraciones: Muchas compañías no cubren daños propios de filtraciones.
  • Tuberías vistas: Verifica si tu póliza incluye esta cobertura, ya que no siempre está contemplada.
  • Fugas sin daños materiales: Algunas aseguradoras no cubren estas situaciones.

Aunque no haya daños materiales visibles, documenta la situación y consulta con tu aseguradora. Algunas pólizas pueden excluir este tipo de incidentes, pero siempre es recomendable confirmar.